El 21 de enero de 2021, con motivo del centenario de la fundación del Partido Comunista de Italia – sección italiana de la Internacional Comunista, a pesar de que las restricciones de desplazamiento entre regiones han impedido la celebración de una manifestación nacional en Livorno, el FRENTE COMUNISTA (Italia) y el FRENTE DE LA JUVENTUD COMUNISTA (Italia) organizaron conjuntamente concentraciones y acciones militantes con pancartas, banderas, antorchas y bombas de humo en las principales ciudades italianas, así como diversas iniciativas en las redes sociales, para mantener vivo el recuerdo del acontecimiento histórico.
Cumpliendo estrictamente con las normas de prevencion anti covid-19, salimos a las calles y plazas para testimoniar nuestro compromiso militante de continuar el camino de la lucha, emprendido en 1921 en Livorno por quienes, rompiendo con el oportunismo y el reformismo, eligieron dedicar su vida a la revolución proletaria y socialista.
Reafirmamos plenamente la necesidad histórica de la escisión de Livorno, de la clara separación del reformismo saboteador del Bienio Rojo Italiano y del maximalismo revolucionario de palabra, pero inconcluso en los hechos: dos formas diferentes del oportunismo de quienes, poco después, firmarían el Pacto de Conciliación con los fascistas.
Rechazamos las acusaciones de aquellos que, con evidente mala intencion y falsificando la historia, quieren atribuir a esa escisión la responsabilidad del ascenso del fascismo al poder, en un intento de ocultar la realidad de los hechos: el fascismo es la dictadura terrorista abierta del capital y pudo vencer porque fue apoyado por la clase industrial y agraria con la complicidad del aparato estatal burgués y la connivencia de la monarquía y la parte más reaccionaria del clero. Por el contrario, la escisión de Livorno permitió crear esa unidad de combate del proletariado que, en los años de la dictadura, pudo operar eficazmente en plena clandestinidad en nuestro país y dirigir victoriosamente la lucha armada de liberación del fascismo durante la Resistencia, precisamente porque fue depurada de los oportunistas, verdaderos agentes de la burguesía en las filas del movimiento obrero.
De la gloriosa experiencia del Partido Comunista de Italia (PC d’I), no tienen derecho de apropiarse quienes la repudiaron en el congreso de Bolognina con la disolución del Partido Comunista italiano (PCI), ni quienes, en los treinta años siguientes, han manchado su bandera con el parlamentarismo más degenerado y con una práctica oportunista de colaboración con los gobiernos burgueses en clave antiobrera y, hoy, tratan de dar «noble nacimiento» a su mutación genética y a su traición.
Hoy tenemos ante nosotros la enorme tarea de construir un verdadero Partido Comunista en nuestro país, que sepa organizar y agregar a todos aquellos que, dispersos y situados de forma diversa, se reconocen sinceramente en las ideas, los principios y los objetivos que siempre han alentado a los comunistas. La unidad es, pues, un punto absolutamente central, pero no debe convertirse en un fetiche, en un fin en sí mismo. La unidad comunista sólo puede perseguirse y practicarse sobre bases ideológicas y políticas claras y compartidas que rompan radicalmente con el oportunismo de derechas y de izquierdas, con el trotskismo y con las demás desviaciones presentes en los partidos y organizaciones que, con demasiada frecuencia, sólo se refieren formalmente al comunismo. Es una unidad orgánica que no se logra con sumas algebraicas o fusiones organizativas, sino con un largo proceso de trabajo, entre los trabajadores y dentro de la lucha de clases, hecho de estudio, comparación, trabajo de convicción, ejemplo de compromiso militante -colectivo y personal- en los conflictos sociales. Un camino largo y difícil, en el que puede ser necesario depuraciones y divisiones de prácticas degenerativas que constituyen un grave peligro para el desarrollo de la lucha revolucionaria, si se mantienen en sus filas en nombre de una unidad formal. Se trata, pues, de momentos dramáticos pero necesarios que no debilitan sino que refuerzan la unidad y la cohesión reales del partido.
El FRENTE COMUNISTA (Italia), en la estela de las ideas que dieron origen al Partido Comunista hace cien años, reafirma su decidida voluntad de comprometerse plenamente en el proceso de reagrupación de todos los comunistas sinceros para formar un grande y fuerte partido revolucionario y marxista-leninista de la clase obrera que pueda conducir con éxito al proletariado italiano al derrocamiento del capitalismo y a la conquista del poder obrero para la construcción del socialismo-comunismo.
Roma, 23 de enero de 2021